NORMAS ESTACIÓN DE PENITENCIA
Los hermanos deberán dirigirse al templo y regresar por el camino más corto desde su domicilio, con el rostro cubierto por el antifaz, sin hablar y sin detenerse innecesariamente en lugar alguno.
La salida procesional con nuestros Titulares es un acto de respeto hacia ellos y para ello se debe tener el mayor sentido cristiano en el acompañamiento.
Los hermanos deberán observar la máxima puntualidad para la correcta organización de la cofradía, debiendo estar en el templo, a la hora fijada en la papeleta de sitio. Es obligatorio presentar la papeleta de sitio para acceder al templo.
El hábito de nazareno se compone de túnica, capa y antifaz de color blanco con botones y cíngulo burdeos, así como capirote con una altura de entre 60 y 70 cm. Guantes de color blanco. Sobre la capa, a la altura del brazo izquierdo llevará el escudo de la Hermandad, bordado o pintado en tela sobre un círculo no mayor a 18 cm de diámetro, circundado de un cordón color burdeos. En el antifaz, a la altura del pecho irá colocada, en posición vertical, la Cruz de Santiago en color rojo y con un eje, no mayor de 15 cm.
El hábito Monaguillo e compone de túnica de color blanco con botonadura burdeos y cíngulo burdeos, así como esclavina de color burdeos que llevará el escudo de la Hermandad cosido o adherido en la parte izquierda delantera de la esclavina. Además, llevará la medalla de la Hermandad, calzado oscuro y canasto.
El calzado será negro liso, calcetines blancos o descalzo.
La medalla de la Hermandad quedará colgada al cuello bajo el antifaz.
Dentro del templo deberá ocupar el sitio que les asigne el Diputado Mayor de Gobierno.
Queda totalmente prohibido fumar y utilizar el teléfono móvil.
No podrán abandonar su puesto hasta la terminación de la Estación de Penitencia, salvo causa de fuerza mayor, previa autorización del Diputado de tramo y entregándole su cirio o insignia.
Los hermanos costaleros deberán hacer gala de un elevado espíritu penitencial, que se manifestará en el cumplimiento de las Ordenanzas de los hermanos costaleros, en cuanto les sea posible, así como la obediencia más extrema a las órdenes del capataz, evitando todo lo que, por exhibicionismo, vanidad o afán de distinción personal, pueda empañar la seriedad de la procesión y el buen nombre de la Hermandad. En particular evitarán el discurrir por entre las filas de hermanos nazarenos, así como permanecer delante de los pasos.
Una vez de regreso en el templo, los hermanos entregarán su cirio o insignia de manera ordenada en el lugar designado al efecto y esperarán con la mayor compostura, a la entrada de la Santísima Virgen y el rezo de las preces.